Tras
negársele una obra en la que Batman y el Juez Dredd compartían
protagonismo, Brian Bolland tenía carta blanca para escribir una nueva
historia del Caballero Oscuro, y este decidió aprovechar la ocasión de la mejor
panera posible, ya que no solo eligió como compañero a Alan Moore, uno de los mejores
guionistas del medio que ya había triunfado con obras de la talla de Watchmen, V de Vendetta o la Cosa
del Pantano, sino que, además, eligió para la obra conjunta al enemigo por
antonomasia del Caballero Oscuro: El príncipe payaso. ¿Alguien dudaba de una
novela gráfica que reunía el talento de Moore guionizando, la habilidad de
Bolland a los lápices y un nuevo y malévolo plan del Joker?
La
historia arranca cuando Batman descubre que el Joker ha logrado escapar una vez
más de Arkham, pero esta vez no se limitará a propagar el caos, como
acostumbra hacer, sino que, por el contrario, llevará a cabo un elaborado plan
en el que propasará sus propios límites en la búsqueda de demostrar su loca
versión del mundo.
A
pesar de que la obra lleve por título Batman: La Broma Asesina,
el nombre del alter-ego del multimillonario Bruce Wayne podría haberse cambiado
por el del auténtico protagonista del cómic, el Joker, ya que Alan Moore le
resta peso y presencia en la historia al Caballero Oscuro para explorar a fondo
a uno de los villanos más icónicos que se han creado.
Así,
en esta obra Moore crea un estudio sobre la personalidad del Príncipe Payaso
mostrándonos el porqué de sus actos y cómo llegó a ser quién es. De este modo,
el guionista envite la difícil tarea de desvelar los orígenes del personaje sin
hacer que este pierda su misterio y atractivo. Para conseguir esto, el
guionista irá introduciendo inteligentemente flash-backs durante el transcurso
de la historia para mostrarnos un enfoque del personaje nunca visto
previamente.
Pero
no solo le prestará atención a los orígenes del personaje y a su retorcida y
atractiva personalidad, pues el de Northampton también resume en este cómic la
esencia de la compleja relación entre el Caballero Oscuro y el Joker.
"Hola. He venido a hablar. Últimamente, he estado pensado en ti y en mí. En lo que nos va a pasar al final. Vamos a terminar matándonos, ¿verdad? Tal vez me mates tú. Tal vez te maye yo. Terminará ocurriendo tarde o temprano. Solo quería asegurarme de que había hecho un verdadero esfuerzo por arreglar las cosas y evitar que llegáramos a ese extremo. Por una vez." Batman, Batman: La Broma Asesina
Además,
el cómic supone un punto de inflexión en la historia de Batman y sus aliados,
pues en él vemos el momento en el que Barbara Gordon es víctima del
ataque del Joker que la deja parapléjica.
En el
apartado gráfico, Brian Bolland realiza un trabajo de difícil comparación. El
responsable del arte de trabajos como Camelot 300 o Juez Dredd
demuestra su buen saber hacer sumergiéndonos en cada escena con líneas claras,
un meticuloso detallismo y su brillante sombreado, destacando el inteligente
uso que hace del coloreado en las escenas de los flash-back. Resultado de todo esto son viñetas con fuerza que transmiten al lector precisamente lo que el guion quiere. Además, esta nueva
edición cuenta con un genial trabajo de coloreado que realiza Brian Bolland a
petición propia.
La
obra se encuentra publicada por la editorial ECC.
Esta presenta al cómic en un formato cartoné que recopila en sus 64 páginas
la historia creada por Moore y Bolland en 1988. A modo de extra, esta edición
contiene varios bocetos de Bolland, un prólogo y un epílogo escritos por
Tim Sale y Bolland
respectivamente y algunas curiosidades más. Además, el tomo también incluye una
historia breve pero bastante interesante titulada Un tipo inocente
en el que nos presenta a un hombre completamente normal que, sin planes
estrambóticos o grandes presentaciones, pretende acabar con Batman de un
disparo. Todo ello a un precio más que justo de 7,95 €.
Conclusión: Bien es cierto que la brevedad del
relato impide que nos encontremos con una historia de grandes dimensiones, pero
igualmente cierto es que la profundidad de la que dota Moore a esta obra la
convierte en uno de los clásicos del cómic de Caballero Oscuro. Además, la
genialidad del guionista se encuentra acompañada por el regalo para la vista
que hace Bolland con sus dibujos y su coloreado. Esta obra es clásico atemporal que se presenta como una compra más que obligatoria para cualquiera que se
precie lector de Batman. Resumen de todo esto son los tres premios Eisner que cosechó en 1989: Mejor Novela Gráfica, Mejor Guionista para Alan Moore y Mejor Dibujante para Brian Bolland.
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