Ridley Scott es un director
conocido por su habilidad para rodar de forma rápida y encadenada diversas
películas. Y así hizo con sus últimos films: Prometheus (2012), El Consejero
(2013), Exodus: Dioses y Reyes (2014) y The Martian (2015). De este lote de películas,
las dos primeras cayeron en la indiferencia más absoluta, quedando muy, pero
que muy, lejos de obras suyas tan icónicas del séptimo arte como Blade Runner,
Alien, el 8º pasajero o Gladiator. Ahora se ha estrenado el tercer film del
pack, Exodus, con la que el director no solo afronta la difícil labor de
redimirse, sino de soportar la alargada sombra del film Los Diez Mandamientos (1956).
La película vuelve a narrar una
vez más la bíblica historia que protagonizó Moisés, mostrándonoslo esta vez
como un general de las tropas egipcias. Pero las dificultades para Moisés
comenzarán a aparecer cuando una profecía lo señale como el futuro guía del
pueblo. A partir de ahí, una serie de sucesos hará que Ramsés lo exilie,
provocando que este tome el camino de liberador del pueblo judío.
Esta es la trama sobre la que se
mueve la superproducción bíblica de Scott, quien decide no arriesgar manteniéndose
relativamente fiel a la historia del personaje ya mostrada en films anteriores
como la ya mencionada de Cecil B. De Mille o El Príncipe de Egipto. A pesar de
esto, Scott diferencia a su Exodus del resto de revisiones del clásico con la aportación de un enfoque que busca mostrar la historia de la forma más verosímil posible.
Esta opción realista no se ajusta
precisamente a lo que reclama el material original, restándole quizá parte de
su encanto y alterando algunos de los elementos más claves de la historia. Así,
el principal exponente de este realismo es su protagonista. El Moisés de
Christian Bale (The Dark Knight Rises) queda plasmado como un hombre atormentado, plagado de defectos y
que podría sufrir delirios. Una versión del personaje que lo muestra como un guerrero
capaz de matar y que dista bastante de
la del venerable y poderoso hombre capaz de separar las aguas del Mar Rojo visto en otras adaptaciones.
El otro punto clave de la versión
del Moisés de Ridley Scott lo encontramos en el enfoque de film de aventuras y
acción que este decide darle. De hecho, para aprovechar al máximo estos
aspectos de la historia, Scott ubica el inicio de la película en instantes
previos a que Moisés sea exiliado, centrándose la mayor parte del film en sus
andanzas librando la lucha de Dios en contra del reinado de su hermano
adoptivo, Ramsés.
Fruto de esta decisión es que nos
encontramos con un film en el que priman las multitudinarias batallas, el
enfoque épico y los efectos especiales. Estos aspectos son el principal
atractivo de esta película, alcanzando sus puntos álgidos en la escena de las
plagas, la persecución de los egipcios por las montañas o en el momento en que
se aparta el Mar Rojo.
A pesar de que los aspectos más
elogiables del film se encuentren en los aspectos técnicos y en las escenas de
acción, Exodus no cae en lo absurdo, pues si el objetivo de Scott
era entretener, lo consigue con un producto digno y de calidad. El director sabe desarrollar la historia de manera
aceptable y mantiene atento al espectador durante todo su desarrollo. Aun así, Exodus es una película a la que se le podría haber sacado muchísimo más jugo.
La narración que elige Scott, tal
como hemos comentado, se centra sobre todo en las campañas militares de Moisés
contra Ramsés, lo cual hace que queden bastante desdibujados los personajes, sus
relaciones, motivaciones e historias. Esta decisión del director, que podría pasar
desapercibida en otra clase de película, hiere especialmente a Exodus, pues
Scott podría haber mostrado una trama mucho más rica ahondando en estos
aspectos al tener como materia original una historia de tal calado dramático.
La inclinación que demuestra Exodus hacia la aventura en detrimento de una más
compleja trama hace que el resultado final quede exento del suficiente elemento
sentimental o emotivo.
Así, una de las facetas que más
desdibujada queda es el rol que ocupa Moisés dentro de la dinastía faraónica y sus
auténticas motivaciones. Esta desatención de caracteres tiene un efecto dominó
que provoca que, por un lado, los personajes se encuentren faltos de
profundidad, lo que a su vez provoca que no se empatice con ellos. Esto a su
vez también actúa en detrimento de los actores, encontrándonos con un Christian
Bale que, como siempre, logra presentar una actuación más que decente, pero en
la que tampoco tiene oportunidad para sobresalir.
Curiosamente, uno de los
personajes que más entidad cobra en el film es el antagonista, Ramsés,
interpretado por Joe Edgerton. El faraón, tal vez por el hecho de tener unas
motivaciones más claras y sencillas de reflejar, cuenta con una caracterización y una historia
más afianzada que la de Moises, llegando a conectar más el público con el
tirano que con el personaje de Bale. Gran parte de este acierto se debe a la muy destacable actuación de Joel Edgerton, quien sabe reflejar en su interpretación el interior del Ramsés. Algo igual también ocurre con el personaje de
John Turturro, uno de los pocos personajes que llega a cobrar cierta relevancia en la trama y al que el actor imprime su característica
actuación.
Además de Bale, Edgerton y
Turturro, Ridley Scott cuenta con un elenco de estrellas invitadas cuyos roles
recalcan la carencia de personajes bien cimentados. Mientras que actores de la
talla de sir Ben Kingsley y Sigourney Weaver intentan defender su personaje lo
mejor que pueden a pesar de su escaso papel, Aaron Paul encarna un personaje plano, testimonial y bastante desvinculado de la trama que encuentra su único
objetivo al servir a Moisés de excusa para exteriorizar el prólogo.
Conclusión: Ridley Scott presenta una película que alcanza su meta al entretener de una forma muy digna al espectador con esta superproducción de calidad. Pero
que se abstengan de verla aquellos que esperen ver una nueva historia de época
al nivel de Gladiator, pues el director no arriesga lo suficiente a la hora de
sumergirnos en la historia. Exodus: Dioses y Reyes es una película que se queda en un muy buen entretenimiento pero que podía haber dado mucho más de sí.
La vi el otro día y la verdad es que no me convenció. La encontré aburrida, demasiado lenta y sosa, un intento fallido de hacer una gran película que al final pasará desapercibida... Te dejo aquí mi crítica, por si te apetece verla ( http://losidolosolvidados.blogspot.com.es/2014/12/exodus-dioses-y-reyes.html ) Buena crítica, sigue así ;)
ResponderEliminar¡Muchas gracias! Vista y comentada :) Tenemos opiniones en común pero no todas. Aun así, coincidimos en que es un intento fallado de Scott.
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