domingo, 1 de diciembre de 2013

THE PELAYOS

Tras su estreno con La vida de nadie, el director de cine y de series de TV Eduard Cortés nos presenta su segundo trabajo en el cine, The Pelayos, una película basada en hechos reales que, dejando de lado las fantasiosas aventuras como las de Ocean y su grupo, nos cuenta una historia que mezcla desbancos a casinos y relaciones familiares y amorosas. Todo esto aliñado con leves toques de humor gamberro.

Esta película cuenta la historia de cómo Gonzalo García Pelayo, un ludópata retirado del juego por pre-escripción médica, recurre a su hijo, Iván, y a varios miembros de su familia para desbancar al banco dirigido por un hombre conocido como la Bestia. Gonzalo usará a su hijo músico, a sus sobrinos, a su cuñado y a algún miembro más para poner en marcha su nuevo método, con el cuál, según él, serán los primeros en desbancar a un casino de forma totalmente legal; cumpliendo así sus sueños.


A pesar de la aparente simpleza que nos pueda inspirar la idea original, el director catalán nos sorprende ofreciéndonos una película muy bien desarrollada y entretenida, ya que no decae en ningún momento de sus más de hora y media de duración. El guión, lejos de ofrecerse como otra película de comedia bobalicona española sobre un robo a un casino, se acontece inteligente y elegante, a pesar de sus toques de humor canallas que hacen la película más agradable.

Cumpliendo perfectamente dándole el protagonismo correspondiente al juego y sus derivados arcos argumentales, también hay subtramas que complementan a la película, como las relaciones amorosas, las ambiciones y los sueños personales y, sobre todo, las relaciones familiares dentro de los Pelayos y el lugar de cada uno en la familia. Todos estas historias ayudarán a definir la película y a todos sus variados personajes.

La película posee un amplio reparto de personajes muy bien definidos e interpretados por algunas de las caras más reconocibles del panorama español. Daniel Brul es el encargado del papel protagonista, ofreciendo una interpretación más que decente, aunque no es este el que más destaca, si no  Lluis Homar como Gonzalo Pelayo y Miguel Ángel Silvestre como Freddy.

La película también se encuentra muy bien completada por parte de la B.S.O., compuesta por temas actuales, que no por ello populares, que hacen juego con el tono de la película.

En resumen, a pesar de no ser lo que se dice una película de (oscar) Goya, nos encontramos con una muy buena opción dentro del cine español que no se hace desmerecer en comparación con otras del mismo estilo internacionales.

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