lunes, 16 de febrero de 2015

MARVEL DELUXE: CIVIL WAR

Dinastía de M había sido todo un éxito. Tras varios años centrándose cada colección en sí misma sin atender demasiado al resto de series, Marvel decidió recuperar su característico universo compartido con este evento que, de la mano de Brian Michael Bendis y Oliver Coipel, revolucionaría por completo el mundo mutante. Eso había sido en 2005, y la Marvel de Joe Quesada decidió continuar con esta tradición de exitosos crossovers para el 2006 también. Así, el director de la editorial congregó una reunión a la que asistieron, entre otros, Jeph Loeb, J. M.Stracyszky y los dos guionistas claves del momento: Brian Michael Bendis y Mark Millar. En esta fructífera conjura, los autores fueron aportando ideas a un arco argumental que Bendis había pensado para su colección Los Nuevos Vengadores, en la cual enfrentaría a los superhéroes contra S.H.I.E.L.D. para defender sus identidades secretas. Tras múltiples aportaciones, modificaciones y reestructuraciones, Marvel no solo tuvo el guion del evento del año o la saga que lo cambiaría todo, sino el de uno de los mayores crossvers que ha conocido la industria del cómic: Civil War.

Desde el origen de sus días, los superhéroes han estado haciendo frente a todo tipo de amenazas, desde entes cósmicos, pasando por viles deidades, hasta invasiones alienígenas. Pero a pesar de sus buenas intenciones, no han sido pocos los sufrimientos provocados debido a los daños colaterales, pues los efectos de sus inmensos poderes podían llegar a provocar más daños de los que se intentaban evitar. Así, durante mucho tiempo, la sociedad ha sido el silencioso testigo de las catástrofes causadas por desproporcionados poderes sin control… Hasta ahora.

En Civil War vemos como un accidente provocado por la batalla entre un grupo de supervillanos y un equipo de jóvenes e inexpertos superhéroes hace que el apacible pueblo de Stamford sufra una terrible explosión quedando reducido a cenizas. La catástrofe tiene una repercusión inmediata a lo largo del país, y los primeros en aparecer para colaborar en las tareas de rescate es la comunidad superheróica al completo, pero en esta ocasión, ya nada volverá a ser igual. Los ciudadanos ya no toleran más los actos superheróicos descontrolados… Y algunos superhéroes, como Tony Stark o Reed Richards, piensan que han de cambiar y ser más responsables y consecuentes con sus actos, por lo que plantean el Acta de Registro, una norma que permitirá el control de todos los superhéroes mediante el registro de su identidad secreta.

La aprobación de dicha ley es acogida por el pueblo con aplauso unánime, pero no así por muchos superhéroes, como el Capitán América o Daredevil, quienes verán en ella una violación de sus libertades y derechos, una excusa para convertirlos en trabajadores de S.H.I.E.L.D... Algo que no piensan permitir. La bola de nieve iniciada con el accidente de Stamford dividirá por completo a la comunidad superheróica dando lugar a la más terrible confrontación vivida entre los superhéroes, y tras ella, esta vez sí, nada volverá a ser igual.

Esta es la trama que rige el evento guionizado por Mark Millar y dibujado por Steve McNiven. En un principio, la idea original del cómic podría dar a entender que se trata de un cómic cuyo principal motor serán las multitudinarias peleas superheróicas... Pero nada más lejos de la realidad.

Mark Millar es uno de los guionistas más ingeniosos de la actualidad, y junto a otras obras como The Ultimates o Kick-Ass, este cómic es una prueba más de ello. El escocés saca el máximo jugo posible a tan interesante trama al no dar demasiado protagonismo a las escenas de acción y enfocar esta confrontación como la mejor oportunidad para explorar a fondo las personalidades y relaciones de los superhéroes de Marvel. Así, las grandes batallas de Civil War no se librarán en las calles  y avenidas de New York, sino en las relaciones de los personajes consigo mismo y lo demás.

Para realizar este fiel retrato de personalidades, éticas y valores, Mark Millar arranca a los personajes de Marvel de su utópico mundo y los sitúa en una sociedad completamente real, reflejando perfectamente el estado actual de los EE. UU. y la repercusión que tendrían los actos superheróicos en el país. Esta contextualización que realiza Mark Millar es uno de los aspectos claves de la obra, pues además de la brillante y sutil crítica social que impregna todo el cómic, permite mostrar unos personajes altamente humanistas y sociales.


De esta forma, nos encontramos con personajes redondos, perfectamente cimentados, con voz propia y plagados de sentimientos y emociones completamente creíbles. Un trabajo pocas veces visto en este género que nos hace emocionarnos y sufrir con ellos gracias a la empatía que logran personajes como Sue Richards, Tony Stark o Peter Parker

Parte esencial de esta lograda caracterización es el trabajo con los diálogos de Millar, quien otorga a los personajes conversaciones ácidas y cargadas de ingenio que nos dejarán momentos con frases lapidarias para recordar. Mención especial se merece la relación epistolar entre el matrimonio Richards.

Bajo este prisma humanístico, el guionista incluirá en el evento multitud de personajes como los Vengadores, los X-Men, Spider-Man, Daredevil, los Cuatro Fantásticos, los Thunderbolts, Luke Cage, el Castigador o Doctor Extraño. De entre todo este gentío superheróico, Millar usará como principal eje y motor de la historia al Capitán América e Iron Man, siendo el primero el líder del bando rebelde y el segundo la principal imagen del grupo pro-registro.

Este amplio abanico de personajes se deberá enfrentar a una de las crisis más crudas que hayan vivido, pues en esta ocasión, los enemigos no son otros que sus familias y amigos. Todos ellos enfrentados por sus ideales y su forma de entender el mundo. El resultado serán familias rotas, amistades irreconciliables y muertes y actos que los avergonzarán de por vida.

Por su parte, el lector se verá más involucrado en la trama que nunca, pues además de la empatía generada por los personajes ya mencionada, uno de los aciertos del guionista es que retrata la disputa desde un punto de vista altamente objetivo, reflejando las razones y actos de ambos bandos desde la más absoluta parcialidad. Esto provoca que sea el lector el que se vea en la encrucijada de juzgar a los personajes y decidir a qué bando apoya.

Pero si la logradísima caracterización interna de los personajes es uno de los puntos fuertes del cómic, el otro es el trepidante ritmo que posee. Mark Millar desarrolla la trama absorbiendo al lector desde el primer momento y haciéndola evolucionar de forma constante y sin ningún tipo de bajón, todo lo contrario: con cada nuevo giro argumental, el guionista aumenta la tensión existente entre los personajes llevándolos a sus límites. Un aliciente que se suma a todo lo anteriormente dicho para hacer del cómic una lectura altamente adictiva que hará que las páginas se pasen solas.

Por otro lado, Mark Millar tampoco se queda corto en la recreación de las escenas de acción. Desde las multitudinarias batallas, hasta las operaciones de infiltración, rescates y huidas (inolvidable la escena del Capi en el helitransporte de S.H.I.E.L.D.), el guionista les otorga su inconfundible sello de calidad al darles la intensidad y espectacularidad esperada. Además, estas no se limitan al intercambio de golpes, pues evita la acción gratuita al hacer que estas contribuyan al constante desarrollo de la trama.

Y si decimos que Millar crea una trama altamente realista y trepidante, el dibujante no podía ser otro que Steve McNiven, quien realiza un trabajo que se encuentra al nivel del realizado por el guionista. McNiven crea personajes con un realismo pocas veces visto mediante un trazo impecable, altamente detallista y recreando genialmente la fisonomía humana y las expresiones faciales. A esto se le suma su dinamismo, su capacidad narrativa, los espectaculares splash-pages y una gran capacidad para dibujar a múltiples personajes a la vez sin descuidar el más mínimo detalle de sus expresiones. La única pega que se le encuentra es que en algunas pequeñas viñetas, el dibujante no logra recoger todos los aspectos faciales de los personajes como debería. Pero esto no son más que naderías que palidecen al lado de sus espectaculares aciertos.

Pero el trabajo de McNiven no sería el mismo sin la labor de entintado realizada por Dexter Vines. Este se adapta perfectamente al pulcro trazo de McNiven al realizar un trabajo similar con la rotulación de los personajes. Además, Vines es pieza clave en la profundidad estética de los personajes, pues su rotulación de contornos hace que los personajes cobren perspectiva y den la sensación de superposición. Tampoco se queda atrás Morry Hollowell, el colorista que ayuda a dar el enfoque realista con su amplia paleta de colores y su capacidad para recrear ambientes.

Esta obra se encuentra publicada en España por Panini en un tomo Marvel Deluxe. El volumen se presenta como la edición que se merece el cómic, pues posee un tamaño y unas páginas de calidad que permiten disfrutar a la perfección del dibujo. Si bien el evento se lanzó con múltiples spin-off, este tomo contiene los 7 números centrales, los cuales podrás leer de forma independiente a los demás y sin necesitar conocimientos sobre los sucesos previos al evento.

Además, la edición se encuentra plagada de multitud de extras que van desde portadas alternativas hasta diferentes artículos sobre el cómic, pasando por biografías y amplias entrevistas con los autores. En resumen, un tomo con 256 páginas a un más que justo precio de 23.95 €.


Conclusión: Magistral, brillante, único, genial… Civil War es merecedor de una larga lista de adjetivos de este calibre. Mark Millar va más allá del mero evento anual y realiza una trama inteligente en la que retrata como pocas veces se ha visto la personalidad de los superhéroes, guiando la historia con un desarrollo que no da respiro y complementándola con escenas de acción inolvidables. El trabajo de Millar se encuentra genialmente acompañado por el de Steve McNiven, quien se encuentra al nivel de calidad de su compañero y ayuda a recrear este cómic único. Sin lugar a dudas, estamos ante el mejor de los eventos de Marvel en el s. XXI, sino el de toda su historia. Un auténtico must have, una compra obligatoria para cualquier lector. 

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